Al maestro hay que dignificarlo cada día, por lo que el maestro es el apóstol sublime de abnegación, entrega y sacrificio. Decimos estas palabras cargadas de sinceridad en honor a la justicia.
Es el maestro el que con paciencia nos acerca después de cada lección a las fuentes inagotables del saber.
Es el maestro faro eterno, que ilumina constantemente con la luz del conocimiento al espíritu y a la mente del estudiante.
A ustedes dignos maestros que ven en nosotr@s un fértil campo de conocimientos, y cada lección suya es como una semilla puesta a germinar.
A ustedes respetados maestros(as) que son herederos de la tradición y la sabiduría, les tributamos con cariño nuestro este emocionado homenaje como prueba y testimonio a sus sacrificada tarea de educadores y de segundos padres muchas veces que guían nuestra indecisiones y flaquezas.
Para terminar este sencillo pero significativo mensaje, quiero pedirles a todos ustedes compañeras de estudios un fuerte y calurosos aplausos para todos los maestros,maestras, del Mundo.
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